El presidente ejecutivo de Agbar hizo una defensa contundente de la figura del emprendedor, para evitar «la apatía empresarial que vivimos actualmente», y de la que tenemos que salir «con responsabilidad colectiva, actitud de ilusión y espíritu emprendedor». «El emprendedor tiene derecho a equivocarse, pero muchas veces emprende en proyectos que agregan valor social», matizó. Simón aseguró que en su empresa habían apostado por la investigación y la innovación «porque en un país como el nuestro, que no tendrá capital en los próximos años, sólo retendrá empresas gracias al conocimiento». La compañía que él preside ha firmado diferentes acuerdos en esta línea con la Conselleria de Educación, para impulsar cursos de formación profesional en grado medio y grado superior relacionados con la gestión del agua. «También pondremos en marcha un Centro de Transferencia a la formación profesional: debemos verticalizar los diferentes ámbitos de la educación», añadió. Y explicó el perfil que busca Agbar: «Un empleado con carácter global pero mirada local, que sea capaz de trasladar el conocimiento y construir redes».
Angel Simón dedicó la segunda parte de su intervención a dibujar el panorama actual del sector del agua, «que tiene que crecer para hacer frente a la demanda, que será más fuerte a medida que la población urbana aumente». En este escenario, las empresas que gestionan el líquido elemento deben ser conscientes de la escasez de energía y materias primas, y de cómo aprovechar al máximo los recursos y reducir la emisión de gases. «Hay zonas del planeta con estrés hídrico, y eso lo tenemos que superar con innovación: el agua será objeto de debate los próximos años», explicó. Simón aseguró que desde Agbar quieren convertir Barcelona en un hub del agua, «un centro desde donde irradiar conocimientos o donde otros agentes se impliquen en este objetivo».
Simón habló de tres grandes bloques con conceptos que se interrelacionan entre sí. Por un lado, la relación entre agua, energía y alimentos, «un triángulo donde tenemos que conseguir la máxima eficiencia». El conferenciante desveló que son muchas las empresas que cada vez necesitan utilizar menos agua para producir alimentos, aunque todavía se emplea mucha agua para conseguir energías renovables. En un segundo bloque se relacionan los conceptos de la ciudad, la industria y las infraestructuras, «un triángulo donde somos líderes absolutos, porque hemos conseguido la máxima eficiencia del agua en las ciudades». Simón afrontó el espinoso debate entre privatización y no privatización de la gestión, «que sólo tiene sentido si se mejora esta gestión». El presidente ejecutivo de Agbar aseguró que las razones para decidir la privatización de un servicio es «querer mejorar la calidad de este servicio, o bien intentar conseguir recursos económicos, es decir, obtener dinero, aunque esta es una vía equivocada». Respecto a la gestión del agua en las ciudades, Simón hizo una decidida declaración de intenciones: el objetivo es dar un paso hacia la Smart City, es decir, la gestión inteligente del agua gracias a la aplicación de las TIC. «Ya hemos dado algunos pasos en este sentido: existe la telelectura, y el drenaje es automatizado», puntualizó.
Simón felicitó a todos aquellos que han decidido matricularse en la nueva edición del Máster, «porque ha optado por el camino del conocimiento y la innovación». En esta línea se pronunció Joan Majó, Comisionado para la Formación Permanente de la UPC: «La misión de organismos como la Fundación Politécnica de Cataluña es desarrollar másters y posgrados que ya están consolidados, pero también trabajar otras líneas de investigación y explorar opciones para diseñar cursos a medida para empresas». En el acto también participó Antonio Huerta, director de la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de la UPC.