La propuesta de integración urbana del tranvía prioriza a los usuarios más débiles, incrementando la continuidad de la zona de viandantes y la eliminación de barreras arquitectónicas por toda la ciudad. Así, se han reformado puntos históricamente aislados, ajustando la posición de las paradas y estableciendo un sistema de pavimentación y elementos urbanos coherentes en todo el municipio. Según el jurado, estas acciones “hacen accesible y democratizan la calidad del tratamiento del espacio público”.