29 de abril de 2009
Con el objetivo de mejorar la calidad ambiental en el momento de construir una obra nueva, investigadores del Grupo de Investigación e Innovación de la Construcción (GRIC) de la Universitat Politècnica de Catalunya han creado una técnica que permite predecir hasta 37 impactos ambientales a partir de los datos de un proyecto arquitectónico.
Marta Gangolells, investigadora del GRIC y autora de este estudio, asegura que «este método identifica anticipadamente los impactos ambientales asociados a la ejecución de un determinado proyecto constructivo. De esta manera, en las fases de estudio, planificación y preparación del proyecto ya se puede programar la incorporación de procedimientos de mejora ambiental o la aplicación de medidas preventivas».
Este proyecto clasifica los impactos ambientales en nueve categorías: emisiones atmosféricas, vertidos en el agua, generación de residuos, afectación del suelo, consumo de recursos, impactos locales, impactos asociados al transporte, efectos sobre la biodiversidad y, finalmente, emergencias.
El estudio, que ha sido financiado con fondos del Ministerio de Fomento, se puede aplicar a la construcción de viviendas unifamiliares y bloques de pisos. El método se lleva a cabo mediante un cálculo que tiene en cuenta la información obtenida previamente de los proyectos y calcula la incidencia ambiental dentro del edificio y en su entorno. Actualmente, ya se ha confirmado su validez después de ponerlo a prueba en cuatro proyectos de construcción de obra nueva.
Este nuevo sistema se pondrá a disposición de las empresas constructoras que estén interesadas, ya que, según Gangolells, «aunque no se tiene la obligación de aplicar este método, si un promotor lo asume, puede incrementar su marca en el mercado. Se trata de una acreditación más que concede la UPC y que se puede sumar a otras, como la ISO, que premian la calidad de la actividad». ■