10 de septiembre de 2009
A partir de ahora, viajar en coche será más seguro para los niños gracias a un nuevo sistema de seguridad que ha desarrollado el equipo de investigadores de la Cátedra Applus+ en Seguridad del Automóvil de la Universitat Politècnica de Catalunya.
La innovación de este proyecto reside en un limitador textil de carga para sistemas de retención infantiles (las conocidas coloquialmente como sillitas) desarrollado con la empresa Isofix. Este sistema absorbe parte de la energía que se produce en un accidente frontal, de manera que disminuye las lesiones graves en el cuello y en la región pectoral de los niños.
Este dispositivo textil irá instalado en los arneses superiores de las sillas infantiles. El objetivo es reducir en un 50 % el tiempo en que los niños experimentan aceleraciones en los impactos frontales. El sistema reduce la aceleración de la misma manera que ocurre con los cinturones de seguridad para adultos.
De esta manera el niño tendrá una distancia extra en el arnés sin incrementar, sin embargo, la posibilidad de contacto con los elementos estructurales del vehículo.
A pesar de ser un trabajo de investigación complejo que ha requerido diversos estudios en forma de ensayos dinámicos y estáticos, su coste de implementación es muy reducido, ya que no modifica el proceso de colocación de la silla en el vehículo ni la colocación de los niños en ésta.
El equipo de investigación que ha desarrollado este sistema está dirigido por el responsable de proyectos de la Cátedra Applus+, David Gallegos, y por Francisco Liesa. Liesa es el director académico del máster Automotive & Manufacturing Engineering Business , un programa de alta especialización que imparte la UPC School en colaboración con la empresa Nissan y que combina la adquisición de conocimientos con prácticas en la misma empresa.
Este proyecto ha recibido el Premio Barcelona de Seguridad Vial Memorial M. Àngels Jiménez al mejor proyecto de investigación en el ámbito universitario en materia de seguridad vial, un premio que otorga el Ayuntamiento de Barcelona, el RACC, AXA y la asociación P(A)T.■