17 de junio de 2009
Actualmente, el consumo de energía que se hace en las viviendas los edificios consumen el 20 % de la energía final es el responsable de la tercera parte de las emisiones de gases de efecto invernadero. Éste es uno de los motivos por los que los profesionales de la edificación (arquitectos, ingenieros, constructores, etc.) apuestan por una arquitectura sostenible.
Cubiertas vegetales que regulan la temperatura, ventanas con protección solar o un suelo que se calienta mediante una bomba de calor geotérmica son algunos de los ejemplos de esta arquitectura sostenible que se basa en la eficiencia energética.
En la actualidad, en España existen nuevas legislaciones que obligan a que la construcción de las obras nuevas se tengan que hacer respetando el medio ambiente. En España, por ejemplo, se ha aprobado el Código técnico de la edificación (CTE),
que establece una serie de exigencias que podrían suponer un ahorro energético del 30-40 % y una reducción de las emisiones de C02 de un 40-55 % para cada edificio.
Esta nueva legislación puede dar un impulso a la energía solar, que se podría convertir en la tecnología por excelencia en los nuevos bloques de edificios y dejaría en un segundo plano otros tipos de energía mucho más contaminantes.
Pero estos avances no sólo afectan a las nuevas edificaciones. En España la mayoría de las viviendas sobrepasan los 30 años de antigüedad. Según el arquitecto técnico Toni Floriach, la rehabilitación bajo criterios sostenibles consiste principalmente «en hacer que las viviendas sean más eficientes, mejorando el comportamiento térmico de la envolvente y, de esta forma, conseguir que gasten menos en electricidad, gas y agua, y también implantando energías renovables, por ejemplo placas solares térmicas».
Así pues, la tecnología ayuda a la creación y rehabilitación de edificios más eficientes para que tengan un diseño más moderno y sostenible que contribuirá a conseguir el objetivo de reducir el 20 % de las emisiones de CO2 desde ahora hasta el año 2020. ■