Experiencias emprendedoras en el sector de las TIC

22 de febrer de 2010

En un entorno relajado y distendido, los diferentes invitados fueron relatando sus propias experiencias como emprendedores en un acto presentado por Dídac López, presidente de la ATI. La prioridad de todos los que quieren levantar un negocio propio tiene que ser, según Dídac Lee, «que el proyecto ilusione».

Lee, miembro de la junta de la ATI y consejero delegado de Inspirit, habló de las «inquietudes» que sufren todos los que, como hizo él en su momento, se arriesgan a volar por su cuenta. Quince años después de fundar su propia empresa, ahora trabajan en ella 200 personas. «Pero todo cuesta mucho, todo es complicado», asegura.

Joan Pons, miembro de la junta de la ATI Cataluña y socio fundador de Ahead, lanzó una propuesta a todos los asistentes al acto: formar una plataforma de emprendedores, con el fin de «vehicular» puntos en común. Pons quiso añadir otro concepto al de ilusión, que había mencionado Lee: el sentido del humor, imprescindible para encarar las dificultades. El fundador de Ahead habló del «conservadurismo» del empresariado español, que a menudo empuja a los emprendedores a marcharse fuera del país para hacer realidad sus proyectos. También mencionó las dificultades que encuentran muchos a la hora de levantar sus empresas: trabas de las administraciones y una oferta educativa que no se adapta a la realidad laboral.

Javier Andrés se refirió a los problemas para conseguir el apoyo de las administraciones y de las entidades financieras. Andrés, fundador de la Asociación Tecnológica de Jóvenes Emprendedores y de Soluciones Integradas en Nuevas Tecnologías, criticó el hecho de que en nuestro país «no se invierta dinero en tecnología para salir de la crisis», como hacen otros países europeos. Esta circunstancia «nos hace perder competitividad, porque los empresarios recortan costes». Los retos para los emprendedores son, según Andrés, aprender a gestionar productos en la distancia y crear proyectos dentro de las empresas: éstas son las tareas de los intraemprendedores, que desarrollan sus proyectos en las empresas que valoran el espíritu emprendedor. «Tenemos que buscar empresas que valoren el espíritu emprendedor.»

«Trabajo como siempre, pero disfruto como nunca.» Así se expresaba Jordi Catà, ingeniero informático, director de la empresa D-Unlock y director técnico de Criteria Comunicación Digital. Catà definía así su propia experiencia desde que empezó su etapa como emprendedor cuando, después de acabar los estudios universitarios, constató que las propuestas laborales que le llegaban no satisfacían sus expectativas. El ingeniero explicó que había aprendido a liderar equipos de trabajo y destacó la tarea de los emprendedores sociales, personas que se asocian para generar conocimiento.

La visión de la Administración pública vino de la mano de Daniel Marco Parraga, responsable de unidad de la Dirección General de la Sociedad de la Información, de la Generalitat de Cataluña. Marco habló del programa TIC.cat, un «programa paraguas» para facilitar las tareas burocráticas a los emprendedores. «El sector necesita una ventanilla única y nosotros nos queremos posicionar así.» Marco explicó que disponen de una persona dedicada exclusivamente a asesorar a emprendedores. Según el técnico, para crear una empresa es necesario tener un proyecto detrás; al final es el mercado el que determina si una idea es buena o mala. Marco reconoció que los instrumentos que están a disposición de las administraciones son limitados al lado de la ilusión de las personas. ■

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