8 de noviembre de 2010
«Que el nuevo estilo de liderazgo aporte valores como la empatía y la ilusión, y la capacidad de poder animar a los grupos humanos a utilizar lo mejor que tienen». Jordi Roglà animaba así a los alumnos del Executive MBI (Master in Business Innovation) a apostar por la solidaridad dentro de su responsabilidad empresarial, y presentaba unos invitados dispuestos a «explicaros cómo aplicaron a la vida laboral los valores que llevan dentro».
Jorge Nicolau, socio de la compañía consultora Accenture, se mostraba «orgulloso» del Plan de Acción Social de la empresa, que creó la Fundación Accenture en el año 2003 con el objetivo de «ayudar a los que ayudan y canalizar las inquietudes solidarias de nuestros profesionales». De este modo, han iniciado varios programas, como la consultoría gratuita, que ya ha colaborado con 300 proyectos llevados a cabo por 57 ONG’s. También detalló algunas acciones individuales de los empleados, como la donación de una pequeña parte de la nómina a proyectos solidarios, o la aportación de material informático a nivel empresarial. Por otra parte, explicó dos ejemplos de colaboración con ONG’s que se han prolongado en el tiempo: Entreculturas, con un plan educativo contra la pobreza que se ha desarrollado en 16 países, y Cáritas, a quien ayudaron a desarrollar el proyecto «Definición y desarrollo de un Cuadro de Mando Integral.
Àngel Pes, subdirector general de RSE de «la Caixa», aportó detalles del proyecto Microbank, un servicio que está todavía en sus inicios, ya que nació en el año 2007, pero que ya ha concedido 32.000 microcréditos a lo largo de 2009. Los microcréditos según Pes- «dan cobertura a la actividad productiva y a las necesidades familiares a través de la concesión de cantidades que no exceden los 25.000 euros». Pes aseguró que el objetivo es «fomentar la inclusión financiera de colectivos que quizás se mantienen fuera de este sistema». Se trata, en gran medida, «de inmigrantes o mujeres que quieren poner en marcha un pequeño negocio, y piden el dinero, por ejemplo, para comprarse una furgoneta y hacer transportes o adquirir herramientas para hacer de albañilería». También se conceden ayudas a nivel familiar, a personas que tienen un discapacitado en casa, quieren comprar una vivienda o un reagrupamiento familiar. «Nosotros no hacemos preguntas. A los titulares de los microcréditos les avala una ONG, los servicios sociales de un ayuntamiento, una universidad o una asociación. Ellos dan fe de que se trata de personas serias que realmente necesitan ese dinero y están dispuestos a devolverlo, explicó.
La exposición de Daniel Ortiz, director de RSE de Esteve Laboratorios, se centró en la responsabilidad corporativa de la empresa con sus grupos de interés. La compañía química y farmacéutica, fundada en 1929, «tiene un largo historial en RSE, ya que desde siempre ha apostado por cultivar la estabilidad laboral, la acción social y el medio ambiente. De hecho, fue la primera empresa en instalar una depuradora en su planta química. Según Ortiz, Esteve Laboratorios «promueve activamente que sus relaciones con las personas y el medio ambiente sigan los principios del desarrollo sostenible». En este 2010 han elaborado el primer Plan RSE, a partir del diálogo con sus grupos de interés (clientes, organismos públicos…). Del debate surgieron algunos elementos que se han priorizado: la conciliación de la vida laboral y familiar, la gestión de la diversidad, el voluntariado, el código ético, las compras sostenibles, la gestión estratégica o el cambio climático. Cada año también elaboran la Memoria de Sostenibilidad, donde se detallan las acciones que la empresa lleva a cabo en este sentido. ■